Te voy a relatar una historia un poco particular, pero con algo muy único, mejor dicho alguien...

Un día llego un hombre a mi casa, toco a la puerta y abrí; era un hombre común, vestía sencillo,  usaba jeans, unos tennis rojos, camiseta... Era una moda muy formal y juvenil. Parecía algo curioso, con su barba y cabello largo, (definitivamente no sabia combinar la ropa)... Era alto y grueso; y lo más curioso es que te tenia una oveja de mascota... Que hace un hombre con una oveja de mascota? -pensé-. Aún recuerdo muy bien la oveja, era pequeña, blanca como la nieve y se llamaba chiesa, recuerdo muy bien su nombre porque me mordió.

El hombre me pidió que si podía pasar a mi casa a descansar, venia de un largo viaje y ambos estaban cansados; yo no quería aceptar, pero había algo en su rostro que me incito a hacerlo.

Se sentó en el sillón de mi casa, muy educado, y su oveja después de que él le dio de comer se acostó a dormir mientras él la acariciaba. Aún me seguía pareciendo una locura, pero después de unas horas de conversar con él, estaba encantado de sus historias y la manera en que relataba su vida. 
Me contaba que había conocido a un tal Jesús, que su vida después de aquel encuentro le había cambiado y que aquel era un hombre excepcional, me contó que había estado con Jesús y vio como sanaba a las personas, con un gran amor y carisma se acercaba a ellas, conversaba con ellas y escuchaba con atención sus vidas; también menciono que le gustaba mucho leer y enseñar a las personas, sobretodo a las menos favorecidas y a las que los demás menospreciaban. -Eso si es cierto?- Pregunte. Si, me aseguro él, con una convicción total y me mostró unas fotos que le había tomado con su smartphone.

Yo estaba encantado con la historia y con aquel Jesús, la manera en que se enfrentó a las personas sin una sola arma y lo hacia con tanto amor; me entristecía e indignaba saber que un hombre que hacia que las cosas cambiaran, fuera tan perseguido y odiado por las otras personas que le tenían envidia.

Definitivamente, como solía decir mi abuela: - "El que no es capaz de hacer nada por si solo, siempre va intentar refutar a otro cuando este lo logra"

Me contó que lo acompañaban muchos amigos suyos, él les enseñaba y les imprimía su carácter firme, amoroso, tierno, paciente y con vista hacia la meta... No hay mejor forma de aprender de alguien que estando con ella.

Amaba a los niños, me comento que pudo jugar con él y los niños que lo seguían. -Parecía otro niño más cuando jugaba con ellos- Me dijo. Tenia una gracia increíble.
Lo que más me llamó la atención fue que no juzgaba, perdonaba a todos como si fuera Dios, y con voz tierna los perdonaba y les daba un abrazo... Lo más raro, según él, es que esas personas no volvían a ser iguales.

Quien era ese Jesús? 

Cuando pensé que todo era color de rosa, ese hombre me explico que a Jesús lo habían matado...- Qué¡¡¡-
Me aterre. Si, después de todo, los que lo odiaban lo mataron, murió en una cruz que era lo más cruel que había para dar muerte a alguien, le dieron mil golpes y lo dejaron casi desfigurado, solo por el hecho de haber amado y perdonado... Solo por el hecho de ser el Hijo de Dios.

-El Hijo de Dios?- Pregunte-

Si, el Hijo de Dios; este hombre enseño, amo y enseño amar... fue su mayor sueño, que todos nos amaramos. Este hombre era el hijo de Dios, vino a salvar y a perdonar a las personas, a las quisieran acercarse a Dios, todos cometemos errores -me dijo- y Jesús vino a perdonarlos. 
Cuando murió sentí un gran dolor, pero algo al tiempo me dio mucho paz y ahora me alegra que puedo tener una linda amistad con Dios y poder contarle a los demás el hermoso mensaje que este hombre nos dejo... Un mensaje que puede cambiar el mundo.

Después de eso, llore mucho por que sentí que Jesús también me había perdonado a mi, con tantos errores y sin conocerlo, aún así me perdono todo. Sentí una gran paz.

Paso un día, aquel hombre con su mascota (una oveja, que locura), se quedaron en mi casa, me siguió enseñando muchas historias y me dijo que Jesús le había regalado esa oveja y le había encargado que la cuidara mucho. Era muy preciada para él.

Después de unas horas el hombre debía partir; no niego que me entristeció un poco. Él se despidió, me dio un abrazo, me agradeció y me regalo un libro que tenia en la maleta, era un escrito de viajes que el había redactado donde contaba la historia de Jesús... Tenia un nombre particular en la tapa: Biblia.

-Aparte de oveja, me salio con un nombre todo raro-, -Que más faltará?- Pensé-

El hombre salio, yo salí a acompañarlo y a lo lejos se despidió con una sonrisa, lo que más me asombro era que tenia unos agujeros en sus manos. Se alejo en el horizonte.

En mi casa, reflexione sobre esta experiencia... Algo en mi no era igual. Tenia paz. Tome el libro, lo abrí en la primera página... decía: -"Hola, mi nombre es Jesús y aquí empieza nuestra historia"-.

Mateo 16:15-17
Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?
16 —Tú eres el *Cristo, el Hijo del Dios viviente —afirmó Simón Pedro.
17 —*Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás —le dijo Jesús—, porque eso no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en el cielo
Síguenos en Facebook: diseñando campeones
Twitter: @Dicampeones
EN YOUTUBE

SUSCRIBETE Y COMPARTE


0 comentarios:

Visitas

Con la tecnología de Blogger.