Somos el burro


Quien de nosotros no ha visto y recordado a burro, el personaje cómico de la película Sherk. Era divertido, gracioso, ocurrente y estresante.  Con todo y burro, es único.

Pues hace mucho tiempo, un burro que pasaba desapercibido en una granja en el lejano oriente. Su vida era monótona; pastar, andar la granja, hacer los recorridos con carga, comer, dormir, pero este burrito tenía una particularidad, era muy soñador. El soñaba con montar grandes personajes, reyes, magnates, ricos y de gran importancia, si iba ser burro al menos que fuese una de altura.
Todos los días entrenaba y se imaginaba cargando a miles de personas, mientras el resto de burros le hacían bullyng por ingenuo.

Un domingo en la mañana, algunos del pueblo vinieron a pedir prestado al dueño, el burrito para cargar a un maestro y gran líder que iba de viaje y necesitaba transporte. El burro entusiasmado, en el camino preguntaba quien era aquel que lo había mandado a pedir y se imaginaba lo majestuoso que debía ser.
Al llegar vio que era un hombre sencillo, con ropas delicadas pero sin mayor opulencia y no parecía rico.

Es Jesús, le dijeron al burro. 
Pues, ojalá sea alguien que me haga salir en algún libro para que me recuerden... Dijo el burro.

Después, mientras tendían la ropa en el y Jesús se subió, empezó a ver como miles de personas estaban elogiando y aclamando a Jesús, otros le hacían feo, pero era majestuoso como parecía que fuera un rey el que llevaba sobre sus lomos.

Empezó a preguntar... Quien será este Jesús?

Jesús con ternura le respondió, te mande a traer de tan lejos, te cree para que tu estuvieras aquí siendo mi transporte, y tu te sigues preocupando por ti.

El burro después de eso entendió que no era lo costosa o importante que pareciera esa persona, sino el valor que tenía y a quien llevaba encima.

Después de todo, el burro va debajo y el maestro va encima.



Vayan a la aldea que tienen enfrente. Tan pronto como entren en ella, encontrarán atado un burrito, en el que nunca se ha montado nadie. Desátenlo y tráiganlo acá. Y si alguien les dice: “¿Por qué hacen eso?”, díganle: “El Señor lo necesita, y en seguida lo devolverá

Marcos 11:2-3

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