El 80% de mi vida lo viví en el campo, hasta que por cuestiones académicas debí trasladarme a la ciudad. Ese cambio fue interesante pero brusco.
Una de las cosas que más disfrutaba de estar en el campo era la naturaleza y el poder disfrutar de un aire fresco y limpio sin problema, pero particularmente, me encantaba sentarme a leer con los pies descalzos sobre el césped; era algo muy relajante.
A lo largo de la vida vas descubriendo tu personalidad y te vas encontrando con que los demás no reaccionan como tu a veces quieres o como tu lo haces, sencillamente, porque son diferentes. Hay cosas que a mi me gustan que a otros no, y no por eso significa que son raros, al contrario, son únicos.
Muchas personas, lastimosamente, han encerrado la compañía y el relacionarse con Dios solo con la iglesia, y aunque es necesario (es otro tema), no significa que sea la única manera de comunicarnos con Dios. Los pequeños detalles que a veces pasamos por alto son clave para apreciar las cosas que Dios nos habla; en mi caso por ejemplo, me encanta relacionarme con Él a través de la lectura, me encanta leer y Él lo sabe, por eso a cada libro, sea de lo que sea, trato de disfrutar y encontrar cosas que Dios puede hablarme; también lo hace con la pintura, películas, personas, etc. Como también hay personas que sienten más cercanía con Dios cuando hacen BMX, juegan fútbol, nadan o cualquier otra cosa que les guste, es una manera de Él expresar que es creativo.
Me aterra la manera de pensar de algunas personas, que por encerrar a Dios en el concepto de la religión lo remiten a como lo ha enseñado la tradición: un señor sentado, barbado, mandando a todo mundo y encerrado en un edificio llamado "iglesia".
¿Será que le da miedo la gente? ¿O será por eso que la gente va solo el domingo y ya? (Te dejo para que investigues).
Lo cierto es que Dios no habita en edificios; también considera demasiado aburrido quedarse encerrado todo el tiempo y por eso se muestra en las cosas más pequeñas y en nuestro diario vivir, depende de nosotros ser más sensibles a buscar nuestra personalidad para ver las cosas con que podemos relacionarnos y comunicarnos con Dios.
¿Qué disfrutas hacer que te comunica con Él?
"Puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo"
Efesios 3:18
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